El juez encontró culpable al oficial, que hacía parte del Batallón Palacé, del delito de homicidio agravado.
En la misma sentencia se señala la alianza del uniformado con paramilitares y narcotraficantes para perpetrar los asesinatos, ocurridos entre 1986 y 1994.
En Trujillo, municipio del norte del Valle, se perpetró entre finales de los 80 y principios de los 90 una de las matanzas más graves de la historia colombiana.
Artículo de El Tiempo.com
La ordenaron narcos como Diego Montoya Henao (ya extraditado) y Henry Loaiza, alias 'El Alacrán', con colaboración de policías y militares de la zona.
De hecho, el Estado colombiano fue condenado por primera vez en la Corte Interamericana de Derechos Humanos por ese caso, y en su momento el presidente Ernesto Samper Pizano pidió perdón a las víctimas por los crímenes cometidos contra la población de Trujillo y que no fueron evitados por la Fuerza Pública.
Sin embargo, los casos judiciales no avanzaron sino hasta hace dos años, cuando la Fiscalía de Mario Iguarán decidió reabrir el caso y llamar a declarar a varios militares y policías y a algunas autoridades civiles de la época.
Trujillo marcó una época de terror en la que las motosierras se usaron para asesinar a las víctimas y sentar macabros precedentes.
Por lo menos 300 personas, entre ellas el padre Tiberio Mafla, fueron asesinadas, desmembradas y luego arrojadas a aguas del río Cauca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario