domingo, 1 de mayo de 2011

MI VIDA ES SAGRADA Y YO DECIDO A QUE PERTENECER

Declaración de Objeción de Conciencia a la Guerra y el Servicio Militar impulsado por jóvenes de Santander y Norte de Santander

Las y los jóvenes santandereanos y norte santandereanos que actualmente se forman como objetores de conciencia han decidido realizar una declaración pública para rechazar todas las formas de violencia y militarismo contra sus vidas y la de sus semejantes. Esta es una de las primeras acciones públicas noviolentas que se propone realizar este grupo de objetores y objetoras. Ya que para el 15 de mayo día de la objeción por conciencia en varios territorios se harán actividades para que la población en general se entere que las batidas, el servicio militar y la militarización de la vida civil son actos que se pueden rechazar si se objeta por conciencia.
DECLARACIÓN PÚBLICA
Los días 13, 14, 15, 16 y 17 de abril nos reunimos jóvenes del Magdalena Medio, Santander y Cúcuta, con el propósito de compartir saberes y experiencias sobre la Objeción de Conciencia y noviolencia. En medio de nuestras reflexiones decidimos hacer público que:

1. Rechazamos todas las prácticas inconscientes e injustas que son sostenidas y abaladas por la indiferencia de quienes con el silencio contribuimos a perpetuar este modelo.


2. Objetamos a todo aquello que no nos deja ser, que no nos permite desarrollarnos libremente, que nos coarta nuestros pensamientos, nuestra forma de ser y sentir.

3. Rechazamos el uso de nuestros cuerpos para fines distintos a los que nosotros decidamos en coherencia con nuestros valores. No permitiremos ser usados por otras personas, ni por instituciones o aparatos que nos requieran para sus fines. Queremos ser seres seguros de nosotros mismos, autónomos, con la posibilidad de auto determinarnos y decidir qué hacemos con nuestros cuerpos y nuestras mentes.

4. Le decimos no a los condicionamientos que nos llevan a invalidar y dejar de lado nuestros sentimientos; a los roles determinados, que nos dicen cómo comportarnos de acuerdo a situaciones, guiados por una moral que muchas veces nos limita pero no nos beneficia.

5. Objetamos el autoritarismo, la guerra, la violencia intrafamiliar, el no respeto y los juicios que se hacen a los jóvenes, los cuales estigmatizan y eliminan. No aceptamos los listados y la eliminación de jóvenes en los lugares donde vivimos.

6. Decimos no a la militarización de la sociedad; a la institución militar como herramienta de opresión, represión y regresión de prácticas violatorias de los Derechos Humanos como los “falsos positivos”.

7. Nuestra objeción es a toda forma consciente o no consiente de ejercer violencia contra otro ser humano; rechazamos vivencias personales de maltrato, ejercido por figuras masculinas machistas permeadas por una cultura patriarcal que junto con el militarismo son parte de una cultura de control, sometimiento e irrespeto de los derechos. También, rechazamos el machismo que de manera inconsciente reproducimos las mujeres. Rechazamos el maltrato y violencia que se reproduce en los espacios laborales, eclesiales, sociales entre otros.

8. Nos rehusamos a concebir un mundo con un único orden, sin la diversidad y la riqueza que lo componen.

9. No queremos una democracia basada en la dedocracia, tampoco un modelo que “invierte” el dinero en más armas para coartar, contener y hacer daño, mientras el desarrollo y acceso a derechos como la salud, educación, creación de nuevos empleos que permiten tener condiciones para una vida digna sean limitadas.

10. No nos uniremos al grupo de las conciencias compradas, de los sumisos, de quienes actúan sin pensar, de los insensibles y egoístas, de los que obedecen ciegamente, del combo de los machistas y racistas. Nos negamos a creer que hay algo que prima sobre la dignidad de vivir.
NUESTRO COMPROMISO Y PETICIÓN
11. Nuestra base fundamental está en la construcción permanente del conocimiento y la ampliación de nuestras capacidades para construir alternativas frente al contexto de violencia, que vincula a los jóvenes como víctimas y como victimarios.

12. Nuestra postura es cotidiana, personal y emocional, se sustenta en la educación, en la comunicación popular, la participación, la unificación, lo colectivo, el diálogo y la transformación de los conflictos, el intercambio de saberes y la acción, por cuanto, no se puede ser objetor de conciencia desde la teoría sentado en una mesa o en una silla, por cuanto, es en la práctica donde se pone a prueba su opción de vida.

13. Pedimos que la distancia entre los que somos pobres y los que son ricos sea cada vez menor y no al contrario. Las mejores condiciones de vida de nosotros los jóvenes y de la gente podrán ayudar que la situación de nuestro país mejore.

14. Queremos que nuestras opiniones y argumentos sean tenidos en cuenta para llegar a consensos.

15. Tenemos unos derechos y deberes, pero también contamos con unos argumentos y unos principios de responsabilidad con el respeto de la vida propia y de los demás.

16. Ratificamos nuestro compromiso con la vida en todas sus formas, con nuestra existencia como seres humanos. Algunos, desde nuestro deber católico y cristiano, defendemos la vida en todo momento y lugar.

17. Tenemos derecho a decir sí y a decir no. No estamos pidiendo acabar el ejército, sino que se respete a quienes por opción se niegan a hacer parte de él o de cualquier otro grupo armado. Reafirmamos nuestros principios y compromiso con la noviolencia y nuestra objeción de conciencia al servicio militar obligatorio, porque no compartimos esa lógica de eliminación de la diferencia y subyugación.

18. Nuestro propósito es unir nuestras voces como objetores y objetoras de conciencia para exigir nuestros derechos.

19. Es importante el reconocimiento del otro y de la otra, pues no es conveniente seguir reproduciendo formas de eliminación, de subyugación. Se hace necesario confrontar todo tipo de prácticas y miedos que contribuyen a la militarización del cuerpo y de la mente. Nuestro reto es caminar hacia una libertad genuina y no seguir amarrados a prácticas que reproducen la injusticia y la violencia. Para todos y todas es importante hacer un examen de conciencia permanente de nuestras formas de pensar y actuar.

20. “Lo distinto no es razonar, ni pensar, es encontrar en el otro la humanidad”, se puede encontrar partiendo de lo humano que hay en el otro. Podemos construir un tejido social, en el cual las ideas puedan escribir una historia diferente, donde se comprenda que la vida está por encima de cualquier interés o rol que se esté ejerciendo.
FIRMADO POR 23 PERSONAS
Este proceso está impulsado por la Corporación COMPROMISO junto con el Servicio Paz y Justicia del Ecuador (SERPAJ-E), la Asociación Civis de Suecia y la Acción Colectiva de Objetores y Objetoras de Conciencia de Bogotá (ACOOC), y auspiciado por el Servicio de Desarrollo de las Iglesias Protestantes de Alemania (EED) y el Servicio Civil para la Paz del Ministerio Alemán de Cooperación Económica y Desarrollo

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