Por su responsabilidad en el asesinato de dos menores víctimas de los denominados ‘falsos positivos’, el oficial (r) Jaime Alonso Pinto Colmenares y los ex soldados Carlos Mario Escudero Cano y Dixon Arturo Mena fueron condenados a 360 meses de prisión por parte del Juzgado Primero Penal del Circuito Especializado de Antioquia.
Los hechos materia de la sentencia ocurrieron el 23 de marzo de 1997 en la vereda La Honda de Urrao, Antioquia, donde tropas de la Cuarta Brigada del Ejército reportaron los cadáveres de dos menores de 14 y 17 años de edad como el de insurgentes caídos en combate.
Artículo de El Espectador
Para recrear el supuesto enfrentamiento, los militares proveyeron a sus víctimas de un fusil R-15, un revólver calibre 38 largo y dos granadas de fragmentación que, en realidad, no les pertenecían.
Ante un Fiscal de la Unidad Nacional de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario, DIH, declararon los familiares de las víctimas, que aseguraron que los uniformados los retuvieron y los obligaron a caminar con morrales hasta el sitio donde fueron asesinados.
Además de que las pruebas forenses demostraron que los disparos que tenían los cuerpos sin vida de los menores fueron efectuados a corta distancia, también se comprobó que con los fusiles que supuestamente portaban ni siquiera se podía disparar.
Los tres militares fueron declarados culpables de los cargos de doble homicidio agravado y secuestro simple. Todas esas personas están privadas de la libertad, informó la Fiscalía.
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